Secretos empresariales

El acusado, tras haber trabajado como informático para una empresa, obtuvo sin autorización alguna información confidencial de otra, relativa a su situación financiera, facturas, listados de sus clientes, balances, y otros datos de interés, que había obtenido aprovechando los trabajos que llevó a cabo en ella diseñando una página web. Una vez la tuvo en su poder, ofreció esta información a una tercera empresa, dedicada a la misma actividad a cambio de una suma de dinero, lo que llevó a la denuncia por parte de la empresa afectada y a su posterior detención por la policía con el material incriminatorio en su posesión.

La conducta descrita se integra en el CP art.278.1 y 2 en grado de consumación, dado que esta se produce con la entrega del pen drive al encargado de la empresa a la que se trasmite la información obtenida ilícitamente, sin que sea necesario que esta se descargue en sus sistemas la información, haga uso de la misma o lleve el pen drive incorporado en sus ordenadores. El delito se consuma con la entrega, no solo por producirse en ese momento la cesión de los secretos a terceros, sino porque estamos ante un delito tendencial que no requiere para su consumación que el tercero lo incorpore a su empresa, siendo suficiente la cesión o entrega de datos.

Igualmente se consideró acreditado que no contó con la autorización del titular de los datos para su obtención, apoderamiento y posterior revelación.

 

 

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